Son las gominolas más famosas (y vendidas) del mundo, pero lo que muy pocos saben es la curiosa historia sobre cómo empezó todo. Por eso, en el Blog de CANDY&go hemos querido hacer un homenaje a los 100 años de historia de esta gominola inaugurando nuestro #CANDYBlog con un artículo sobre sus orígenes.
En 1893 nace en Friesdorf, cerca de Bonn, el protagonista de nuestra historia: Hans Riegel.
Hans aprende a ser confitero y se convierte en socio de la empresa Heinen & Riegel. Años más tarde, decide probar suerte por su cuenta creando el 13 de diciembre de 1920 su propia empresa. Para crear el nombre de la misma, hizo un juego de palabras entre su nombre y lugar de nacimiento siendo el resultado: HARIBO (HAns RIegel BOnn)
Hans comienza a producir dulces en la lavandería de un patio interior, y en 1921 su esposa Gertrud se convierte en la primera empleada de la nueva empresa y, según Forbes, también se transformó en la primera repartidora (en bicicleta) de sus productos.
Cuando Hans decidió crear su propia empresa HARIBO, primero comenzó creando los típicos dulces tradicionales que estaba acostumbrado a hacer en su anterior empresa. Sin embargo, se dio cuenta de que necesitaba algo más, pues los números no eran lo que él esperaba.
El éxito de los ositos de goma
A comienzos de la Segunda Guerra Mundial ya eran 400 empleados y producían toneladas de dulces al día. Hoy en día dicen que si hiciéramos una fila, la producción anual de Ositos de Oro daría diez veces la vuelta al mundo, y es que se producen un total de 100 millones de ositos de goma de forma diaria en todo el mundo.
En un principio, el slogan de estas chuches era “A los niños les encanta; el mundo feliz de HARIBO” . Sin embargo, una vez conocieron un poco más a sus clientes este slogan tuvo que evolucionar a "A niños y adultos les encanta, el mundo feliz de HARIBO", ya que estas golosinas (como la mayoría) no entienden de edades.
Los sabores de ositos de gelatina no siempre fueron iguales, al principio los verdes sabían a fresa, los rojos a frambuesa y los amarillos a limón. Más tarde se añadieron los blancos, con sabor a piña y los naranjas con sabor a naranja. Fue en 2007 cuando -por fin- el sabor a fresa se hizo de color rojo, dejando el rojo fuerte para la frambuesa y el verde para la manzana.
¿Te gustan las chuches y gominolas?
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